La lucha contra el cambio climático es probablemente el mayor reto al que se enfrentan las sociedades actuales. En el mundo occidental, donde la mayor parte de la población se concentra en núcleos de tamaño medio y grande, la estrategia ha de pasar necesariamente por la gestión eficiente de los recursos y la valorización de los residuos mediante la creación de células de economía circular local. Estos elementos permiten redirigir los flujos de residuos que se destinaban a vertedero o valoración energética hacia procesos industriales de reciclaje, convirtiéndolos en materias primas y dotándolos de una nueva vida útil. Bajo estas premisas, y las de la participación social como elemento sensibilizador, se ha diseñado el proyecto KafEKOak.
El proyecto está dirigido a la ciudadanía en general, aunque el acceso a ella se realiza a través de las personas que pertenecen a sociedades recreativas, gastronómicas o recreativas que disponen de cocina y comedor. Se eligió este público objetivo por dos razones. La primera es que se trata de lugares donde hay un consumo relativamente importante de café, y por tanto una producción constante de residuos relacionados con ello, lo que facilitó el suministro de materia prima al proceso de economía circular y la recogida centralizada. La segunda razón es que, a diferencia de los negocios profesionales de restauración donde la manipulación del café lo realizan exclusivamente las personas que trabajan en el local, en el caso de las sociedades gastronómicas gran parte de los socios participan en el proceso facilitando la difusión del mensaje y de la acción de sensibilización a su entorno familiar y/o doméstico.
El proyecto creó una célula de economía circular redirigiendo los residuos relacionados con el consumo de café hacia una planta de reciclaje, proporcionando los elementos operativos para la recogida y los materiales didácticos para la sensibilización y difusión educacional de la iniciativa, tanto físicos como audiovisuales. Además, para que el proceso de sensibilización fuera exitoso, y por tanto difundible hacia el entorno doméstico, se invitó a los miembros de las sociedades recreativas a realizar una visita guiada pedagógica al centro donde se realiza el procesado de los residuos del café que habían depositado en el recipiente especial.
A partir de los residuos recogidos, y a través de la innovación en nuevos materiales, se han creado tres líneas de productos, que a su vez son 100% reciclables: a) un material plástico con el cual se fabrican contenedores para la recogida, bandejas y compostadoras; b) unos kits de cultivo para producir diferentes variedades de setas y plantas aromáticas; y c) una colección de de bolsos y delantales fabricados a partir de los sacos de yute.